Cuatro eran los Imanes encargados de convertir en hechos las
instrucciones del Imán Anzar. Se distribuían por la circunferencia humana,
elevando cánticos que eran correspondidos con chillidos colerizados
entrelazando ira y sed de venganza.
La estrategia inicial comprendía formar una media luna con
fusileros , para poner nerviosos a los Cyborgs sometiéndoles a una lluvia de
disparos mientras iniciaba la batalla la marcha del flanco Oeste, compuesta por
tres líneas de civiles y los 50 Jerbas bien pertrechados con experiencia en combate.
Cuando éstos llegaran a distancia de canjear marcha por carga,
desharían la media luna e iniciarían diferentes marchas atacándoles por todos
los flancos según como cambiaban el dibujo del Rombo Cardinal. Teniendo siempre
presentes la consigna de poner en vanguardia a los más jóvenes y veloces,
armados con armas ligeras y de cuerpo a cuerpo, en las filas medios los civiles
con subfusiles y carabinas, en última instancia los armados con los escasos
fusiles de asalto. Sería una sangría, pero tenían instrucciones precisas del
propio Anzar de ganar esta reyerta en el menor tiempo posible.
El Imán del Oeste; Abel-Al Zudir, con un viejo fusil acuñado
en la época de la URSS AEK-971 a la espalda se abría paso entre las filas de
los más jóvenes con los brazos en alto gritando consignas religiosas e infundiendo
valor al tiempo que miedo si no cumplían las órdenes de Ala.
Cuando terminaron los cánticos y hubo unos segundos de
silencio, supo que era el momento de dar la orden.
- Ala es grande, Ala es poderoso... ¡Bereberes del Oeste!
¡No dejéis infiel con vida!
La batalla había comenzado…