La circunferencia humana que rodeaba al estático pelotón de
SubAtica se detuvo sin mucho orden y paulatinamente. Los Imanes al mando
ordenaron avanzar a una fila de bereberes armados con fusiles a primera línea
por los flancos del Norte, Sur y Este, formando una media luna, rodilla en
tierra al unisonó que los cánticos de guerra comenzaron a disparar sobre los
infieles metalizados tiro a tiro.
Sobre el Rombo Cardinal a una velocidad imperceptible
pasaban disparos esporádicos, simples silbidos en el viento, en ocasiones
chocaban sobre las extremidades implantadas o se estrellaban contra la placa
del pecho y el casco de blindaje duro.
Los intercomunicadores empezaron a señalar diferentes
soldados, pero no se oía comentario alguno. Los centenares de gritos y las
balas volando a su alrededor aceleraban la respiración de los menos veteranos,
hasta el punto de activar las radios por detectar un sonido similar al habla.
E2: - …
O1: - …
El omnipresente Sargento ordenó selectivamente subir la
oxigenación del aire de los depósitos independientes alojados en los cascos Cicloides
de Militech. Con premura se fueron dilatando las señales erróneas de radio de
los fusileros, ahora solo se escuchaba la insistente respiración del Piloto, no
estaba acostumbrado a este tipo de guerra.