No se debatió ni un ápice, se terminaron los tés y Gerardo
encaminó sus botas a través de las callejuelas; llenas de chabolas, remolques
vivienda y el amasijo de tiendas que formaban la polvorienta ciudad del Paso. Delante
de un edificio restaurado y con guardias armados en la puerta rezaba un cartel
con un tachado a brocha: Gremio Tienda informática APP (Apuestas,
protección y prestamos).
Salivó los dedos y atusó sus pobladas cejas, se chafó el
desvencijado pelo canoso y aplastó la barba. No mejoró en nada su presencia
pero para sus adentros se sintió más presentable, con cara de convencimiento
entró en el gremio. Su partido se jugaba aquí, hoy no le romperían los huesos,
ni le sangraría la nariz, no era jugador… Era el entrenador arreglador. Si él
pifiaba en la negociación de beneficios, no importaría cual gloriosa fuera la
victoria. Porque al fin y al cabo el Juego nada tenía que ver con el deporte
del pasado ni las sumas millonarias… Todo se resumía en: Ganar, sobrevivir y
poder jugar para comer otro día.
A las horas atardeció arropando con oscuridad las dos
Valencias. Hiru conducía con cuidado de no forzar el motor y evitar en la mayor
medida todo tipo de sonido, dentro de la cabina con cristales opacos; un
entorno virtual en tonos pistacho mostraban el mapa de la ciudad y demás ayudas
para una conducción casi a ciegas. Volanteaba entre las calles dirigiéndose al
Paso.
El ajetreo que mostraba el Paso la extrañó, las otras veces
que había estado era un ir y venir de gente en las primeras horas nocturnas,
pero se cocía un ambiente diferente más caótico de lo acostumbrado. Giró a su
derecha y sin cola de vehículos entró en las inmediaciones del estadio a medio
terminar del deporte rey de principios de siglo.
-Hacía mucho que no te veíamos por aquí pelo morado,
¿Cuántos días tienes pensado quedarte? –Comentó con voz amigable uno de los
soldados de la entrada al estadio-parking.
-Hola que tal Fernando… umm ¿Alberto? Esto… ¿Felipe? Sí, ya
lo tengo ¡Andrés!
-Espero que recuerdes mejor el nombre de tu padre… Bueno.
¿Cuántos días de parking y con qué piensas pagar?
-Con trueque. Ten esta mascara anti-gas está en perfecto
estado, digamos tres días.