Entrada 192.
El terror y
la situación en si fueron suficientes para la joven y su cuerpo abrió los esfínteres,
defecándose y orinándose encima.
Net-La como
la depredadora que es no paso por alto esta situación: -Umm Veo que ya vas
entendiendo – Señaló mientras percibía los pantalones manchados.
Con cuidado,
des amartilló el gatillo y sacó el arma de la boca al tiempo que se ponía de pie:
-Ahora sí eres consciente de tu trastada de anoche y ahora ya sabes que nunca
más tienes que hacer nada que atente hacia mi salud.
-Puedes levantarte.
–Sentenció.
Durante unos
segundos Shodan quedó inmóvil, cuando salió del shock se levantó como alma que
lleva el diablo y corrió hacia la puerta. Escuchó un grito -¡Alto! – Y se paró
en seco como si hubieran adoquinado sus zapatillas.
-Buen chico,
así obediente vas a ser a partir de ahora. Si le cuentas algo de esto a tu
padre: De las tres balas que me quedan le meteré una en el pecho, cuando lo
tire al suelo con la segunda le volare la cabeza, la tercera y última la
reservare para desvirgarte el culo y ver cómo te desangras por el ano. ¿He sido
clara?
-Sí, señora –Dijo
Shodan con un hilito de voz casi inaudible.
Bien veo que
tú y yo llegaremos a entendernos, ahora lárgate quiero comer tranquila. Shodan
salió del taller y Net-La se quedó sola ante la bandeja de comida.
Antes de
empezar el modesto banquete con una risa sátira se dijo a si misma: << Si
al final va a resultar que tengo madera de madre y todo. Hay que joderse
>>.