19 feb 2013



Entrada 195.

Se puso en pie y continuo montaña arriba: << En aquella loma me tomare un descanso >>. 

A pocos metros terminaba la vista; era la vigésima loma que conquistaba y detrás de una siempre había más camino. Empezaba a pensar que era la montaña inacabable.

Algo totalmente inesperado se representó en sus retinas: Un enorme caballo marrón, con pezuñas velludas, de crin larga y azabache. Jugueteaba con un potro de color moteado. Brincaban, saltaban y galopaban a favor del viento ignorado por completo al humano paralizado por la escena.





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