2 mar 2013




Entrada 206.

El cazador de hombres dejó de abastecer con cartuchos las cintas del pecho, se hizo una radiografía mental sintiendo el cansancio y al límite que había llevado a su cuerpo.
<<Los buenos son pacientes >> Se dijo.

La noche iba a ser fría, no disponía de café caliente ni podía hacer fuego. Buscó un recoveco que lo cobijara de las fuertes corrientes de viento y preparó el saco de dormir.

Reprogramó el editor para que no aislara el dolor de tobillo, mañana a primera hora daría caza a Net-La y no quería agravar la lesión, ahora que estaba tan cerca el final. Sin la protección del implante, el dolor le hacía cojear y no forzar la zona afectada. Con la ayuda de una piedra y cinta americana se vendo. A falta de hielo, la noche enfriaría la piedra y algo bajarían la inflamación.

Cuando se acomodó dentro del saco y se relajó notó que todo su cuerpo palpitaba y el cansancio junto a la abstinencia no le dejarían dormir. Quedaba totalmente descartado el uso del hornillo, solo podía recurrir a la aguja. No era digna de su agrado, pero en ocasiones la droga por vena era necesaria.