-150 metros, se nos echan encima. Señor.
-Flanco Oeste; mono tiro a las piernas.
Apunten. – Ordeno el Sargento.
Marc se aferró a su fusil FN-AG 22. Despacio
buscó su primer objetivo a la espera de la orden de fuego; seleccionó un
descamisado Berebere que corría sin saber el destino aciago que pronto le
llegaría.
En primera instancia posó sobre su cabeza
la cruceta de la mira, lentamente y un tanto contra su voluntad fue bajándola
poco a poco, pasando por su pecho, calculando dónde tenía el corazón, trazó un
dibujo mental a través de su sistema arterial, del corazón bajo apuntando la
Aorta, luego deslizó el objetivo por las ingles donde la arteria pasa a llamarse
Iliac y cumpliendo las órdenes terminó la trazada en la pierna. Apuntando justo
a los cuádriceps, siguiendo el vaivén de la pierna en carrera para no perder el
punto donde percibía que estaría la Femoral.
Cumpliría la petición del Sargento, pero
este objetivo moriría desangrado irremediablemente en un corto periodo de tiempo.
Con delicadeza acarició el gatillo rebuscó
en sus recuerdos… El frío tacto del metal sobre la carne, esperando la orden de
abrir fuego, ahora metal sobre metal, el tacto de la cyber-mano no despertaba ninguno de sus
sentidos.
-100 Metros.
Después de oír al Piloto; inspiró aire
y lo mantuvo, para soltarlo conforme presionara el gatillo al escuchar la orden proxima del Sargento, tumbaría al primer
enemigo y luego otro y después del segundo un tercero… En una agradable
monotonía.
-¡Fuego!