21 jun 2013


Entrada 220

La pantera ladeó la cabeza, si llega a salir de sus labios el más mínimo ápice de súplica, le hubiera respondido con el tronar del arma. Pero un cigarro, una deseada dosis de nicotina. No podía negarle lo que ella llevaba anhelando años.  – ¿Me suplicas por una mierda de calada al cacharro ese de vapor?

-Para nada zorra. He no te cabrees por la obviedad, total que vas a hacerme por llamarte puta ¿Matarme? No me jodas Net-la. Esto no te va ni de 3 minutos, ni de disparar a un tío porque te insulta. –Levantó un bolsillo subcutáneo, instalado en el cyber-brazo –Tranquila, no es ninguna arma oculta; Es un cigarro de verdad, lleva demasiados años esperando este momento. Seguro que tú guardas alguno igual. –Haciendo como que la cosa no iba con él se sentó, se puso cómodo, abrió el plástico que contenía al vacío el cigarro y tras olerlo. Lo encendió dando una profunda calada.

Net-La retrocedió un par de metros; -Mira dónde tiras el humo, si llego a olerlo, no lo terminarás.
-Anda ¿Qué eres de ésas que les molesta el humo después de dejarlo? A no, no eres de ésas… Tú eres de las que se mueren por una calada todos los días cuando se levantan, pese a los años de abstinencia. –Extendió rápidamente la mano en señal de calma –Lo pillo, bien, me estás haciendo un favor dejándome acabarlo… No te provocaré más. <<Tres, cuatro minutos a lo sumo, para salir de ésta o tirarme encima de ella a la desesperada >> Meditó entre la charlatanería.