En mitad del campo se encontraron, David paró en seco
desafiante. Gesticuló indicando a la corredora que frenara. Miró fríamente a su
rival que balanceaba el arma luciéndose ante el público. << Pobre imbécil
>> Pensó David.
La mujer apretando el
balón contra su pecho y jadeante, se volvió hacia todas partes para concebir
una imagen general de la situación; por detrás de ella, el corredor rehecho se incorporaba
con sed de venganza. La banda izquierda no resistiría ni diez segundos, el piquero
era carne de horca contra los dos bateadores. La pelea de suelo continuaba en
tablas, Dagon tenía sujeto a su contrincante con una presa ahogándole por el
cuello.
El Macero jugando con el tiempo a su favor andó despacio
hacia David. Tímidamente el mote de Rey David afloró a modo de ánimo, entre una
minoría de la masa asistente. Los
vítores del público le recordaron la época que defendía los colores de Nueva
Valencia… Tiempos de gloria olvidados para el jugador.
<<¡Sandevistan!>>
Exclamó mentalmente mientras permanecía totalmente
inmóvil, dejando que su equipo neuronal
cargara el potenciador de reflejos.
El jugador de la maza andaba sin imaginar que David estaba usando el parón
desafiante para ofuscar el tiempo, y rascar los segundos que precisaba su glándula
implantada, en suministrarle adrenalina sintética por el organismo.
El corazón del jugador nómada comenzó a bombear sangre por
todo el cuerpo arrítmicamente sobre oxigenando los músculos. El clamor del público
se tornó confuso, dilatado. El rival gruñó y cargó con la maza en alto.
<<Solo un par de segundos más>> se dijo para sí mismo, y cerró los
parpados envolviéndose con negrura.
2…1… Su cuerpo se estremeció con un espasmo y los músculos
se tensaron hasta casi explotar. Sintió como si por los poros saliera una onda
de energía que había mutado en su interior. Abrió los ojos despacio, dejando
entrar la luz de la realidad. El mundo permanecía cristalizado y su visión se
enturbiaba alrededor de un círculo de nitidez. Todo transcurría lento, todo era
predecible, todo iba a sucumbir ante él.